12. Vicio.
Está convencido de que no lo hace por necesidad, sino por puro vicio. Le resulta imposible concebir que una persona normal necesite cuatro o cinco cafés diarios para no dormirse. Vicio. Es puro vicio.
Por eso cuando se sienta en el sofá, a su lado, él le mira mal mientras susurra. Vicio. Es puro vicio. Daunor sonríe sin darle importancia a sus palabras y le pasa un brazo por los hombros acercándole. Entonces él se gira un poco y le besa. Bueno... todos tenemos nuestro vicio.
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