lunes, 14 de noviembre de 2011

28. Pintalabios

Es la curiosidad de toda niña y no viene a razón reñirle por ello. Las primeras veces se le torció el gesto y le arrebató rapidamente las pinturas al descubrir a la pequeña en el baño, subida a un taburete para poder mirarse al espejo mientras jugaba con las pinturas de su tia. "Solo tienes tres años, no puedes usar el maquillaje de Sophie" le recriminó con un tono moderado mientras la niña le miraba en silencio, haciendo ademán de llorar al ver como su padre le reñía por lo que ella consideraba un simple juego. Jugar a maquillarse como lo hace cada mañana su tía.
Pero ninguna regañina pudo evitar que, con el tiempo, la escena volviera a repetirse. Lejos de reñirle, esta vez se acercó hasta ella, apoyando la mano en su hombro. Selene se giró mirando a su padre con el pintalabios en la mano, lista para intentar delinear con él sus pequeños labios en un color rosa pálido. Le miró con temor de recibir de nuevo una reprimenda pero entonces él cogió el carmín, sonriendole suavemente y ayudandole a maquillarse. "Son juegos de niñas, no seas tan duro con ella". Daunor tenía razón, solo eran juegos de niñas y era injusto reñirle por llevarlos a cabo.
Ella sonrió al verse maquillada y salió corriendo del baño hacia el salón, plantandose delante de Daunor que sonrió al verla. "Me ha ayudado papá" explicó la pequeña con una gran sonrisa ante los halagos recibidos por el profesor mientras señalaba hacia la puerta de la estancia, donde Alex se había apoyado y miraba a la pequeña en silencio, con media sonrísa en el rostro y el pintalabios en la mano.


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